Cuchillos, navajas y estampidas: partido de fútbol en Argentina se jugó sin importar la violencia en las tribunas

Mataderos, como hace una semana Bahía Blanca y Mendoza, fue escenario de la barbarie, de una feroz pelea entre barra bravas. Los violentos se vistieron con la camiseta de Nueva Chicago, como siete días atrás lo hicieron con la de Olimpo, Villa Mitre e Independiente Rivadavia. En el estadio República de Mataderos, luego del sangriento enfrentamiento, dos personas resultaron heridas con armas blancas y fueron trasladadas al hospital Santojanni, con custodia policial. La Policía de la Ciudad identificó y puso a disposición de la Justicia a tres hinchas que estuvieron involucrados en la refriega: dos de ellos serían padre e hijo, de apellido Chana. El restante, Ariel Fortuna, es conocido como Kili, identificado como líder de la barra que controla la tribuna. Al final del juego, que terminó 1-1, se realizó una requisa por orden de la fiscal Adriana Bellavigna, en la que se secuestraron banderas y bombos de la barra de Nueva Chicago; también se clausuró de forma preventiva el estadio.

En medio de un minuto de silencio, la tribuna popular lateral de Nueva Chicago se convirtió en el espacio de la batalla. Barras bravas del club de Mataderos protagonizaron un ataque en el que hubo cuchillos, facas, palos, golpes de puños... La transmisión de TV, de TyC Sports, mostró a un violento, con la camiseta de arquero de Nueva Chicago, aplicándole un par de puntazos con un arma blanca a otro que estaba de espalda al agresor; un fotógrafo de la agencia de noticias Télam, por su parte, captó a otro barra -camiseta blanca, también del club- con un elemento punzante en la mano derecha. En el sector, el miedo paralizó al resto de los hinchas, entre los que había niños y mujeres. Llamativamente, los hinchas no reciben un cacheo de la policía, sino a cargo de fuerzas de seguridad privada.

Más tarde, después que el partido entre Nueva Chicago y Temperley, por la 17ma fecha de la Primera Nacional, se pusiera increíblemente en marcha, los choques se desplazaron a la calle Carhuéy se replicaron en una de las tribunas cabeceras. Allí se generó otra corrida, con golpes de puños y patadas... El árbitro Mario Ejarque detuvo las acciones, aunque las fuerzas de seguridad le ofrecieron garantías para que se reanudara.

El domingo pasado, en Bahía Blanca, un hincha de Olimpo murió y otros dos resultaron heridos durante los disturbios que se registraron antes del clásico con Villa Mitre, por el torneo Federal A. Un disparo de arma de fuego mató a Sergio Emanuel Castillo, de 27 años; desde el Aprevide, el titular del organismo, Juan Manuel Lugones, advirtió que la bala no pertenece a la policía; Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, solicitó sanciones graves para los clubes.

Las amenazas empezaron en las redes sociales. Al clásico sólo podían asistir hinchas de Villa Mitre, pero una columna de barras de Olimpo acompañó al plantel desde el estadio Roberto Carminatti hasta el sector denominado Las Cinco Esquinas, provocando disturbios y sembrando el terror. Al llegar a la sede de Villa Mitre se produjo el enfrentamiento, por el que hubo 20 detenidos.

También el domingo pasado, en Mendoza, el juego entre Independiente Rivadavia y Atlanta, por la 16º fecha de la Primera Nacional, fue suspendido a los 5 minutos del primer tiempo por los violentos incidentes que se registraron en las tribunas, cuando barras del club cuyano ingresaron en la tribuna con armas de fuego, facas y palos, en un capítulo más de la pelea en la barra de la Lepra.