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Lo que nunca debes hacer durante la cuarentena

Por Nélida Fernández

Además de no poder salir de casa durante la cuarentena, para evitar contagiar o ser contagiado por el COVID-19, hay otra serie de actividades que es mejor no hacer o no intentar hacer si no queremos sufrir un accidente doméstico que es poco probable que se pueda resolver de inmediato por el colapso de la mayoría de los centros de salud.

A photo of carpenter accidentally hit his finger with hammer. Mature craftsperson is crying in pain. He is screaming in workshop.
(Fotos: Getty)

Una lista de prohibiciones cuando ya se está en confinamiento luce como un exceso. No obstante, estos avisos de alerta serán útiles para que este encierro no mate a las personas más rápido que este coronavirus.

No quedarse en la ventana de la casa juzgando a los vecinos

Se ha reportado en España. Se trata de vecinos que han pasado buena parte de la cuarentena insultado e incluso escupiendo a las personas que ven caminando en las calles. En la mayoría de los casos se trata de empleados de supermercados o trabajadores del sistema de salud que se ven obligados a salir de sus casas para atender a los que están enfermos o en cuarentena. De ahí la importancia de ocupar este tiempo en actividades más productivas que no impliquen ofender o interferir en la vida de otros, y menos atacando a los que están ayudando en medio del caos.

No hacer ejercicios en exceso o intentar posturas que solo haz hecho bajo supervisión especializada

Existen muchas personas que necesitan el ejercicio físico como un elemento indispensable en sus vidas y que no dejarán de hacerlo por el hecho de estar confinados a su casa. Sin embargo, por creer que no tienen algo más divertido qué hacer, estos individuos pueden caer en excesos y lesionarse. También están los que creen que haber practicado algunas posturas en el gimnasio -bajo supervisión de entrenadores- les da luz verde para aventurarse solos en casa. Esto es peligroso. Desde esguinces hasta lumbagos o parálisis por daños en la columna vertebral son algunos de los accidentes que se pueden evitar.

No acabar con el bar de la casa

Además de correr el riesgo de malacostumbrarse al hábito de tomar bebidas alcohólicas todos los días o en caso extremo terminar alcohólicos, está comprobado que las llamadas bebidas “espirituosas” en vez de bajar la ansiedad, la incrementa, y causa afecciones en el hígado, dolores de cabeza, retención de líquido, aumento de peso y afectaciones de la piel por deshidratación como arrugas y celulitis.

No se deben hacer grandes arreglos en la casa a menos que se sepa muy bien cómo hacerlos y se cuenta con todos los repuestos y herramientas

Imagine que se aventura a hacer alguna reparación en el baño y cuando está a la mitad de la tarea se da cuenta de que necesita una pieza indispensable y no puede salir a comprarla. Se quedará usted sin baño mientras la cuarentena aún se mantiene. Es mejor limitarse a limpiar, hacer arreglos pequeños como pintar -con prudencia, sin subirse a escaleras-, tirar objetos que ya no podemos usar, mover los muebles de lugar o quitarle los chirridos a una puerta.

No abusar de los ansiolíticos

A menos que exista una prescripción médica precisa que indique qué tipo de ansiolítico y cuántos se deben tomar, no se deben ingerir. El exceso medicamentos se consumen en exceso pueden generar adicción y consecuente síndrome de abstinencia con dolores de cabeza y nerviosismo. El organismo, además, se va haciendo tolerante a sus efectos por lo que la persona tiene necesidad de tomar aún más. Asimismo, dejan a los consumidores somnolientos y débiles. Lo mejor es contactar a los psicólogos que están ofreciendo de forma sus servicios vía telefónica en caso de tener un exceso de ansiedad.

No comer todo el día

Y si no podemos evitar comer todo el día, podemos tratar que eso que masticamos entre comidas sea saludable. Frutas, zanahorias, apios, son algunos de los alimentos que podemos comprar cada vez que salimos obligatoriamente a buscar comida.

No desprenderse totalmente de la rutina

Si cada día, antes de la cuarentena, usted acostumbraba levantarse a una hora determinada, trate de seguir haciéndolo. Los psicólogos incluso recomiendan cumplir con la rutina de levantarse temprano y hacer lo de siempre menos salir a la calle.

No dejar de asearse

Aunque no se puede abandonar la casa, es conveniente bañarse día a día. Afeitarse, en el caso de los hombres, y cumplir con todos los rituales de aseo que se hacen a diario cuando no nos vemos confinados por causa de una pandemia.

No quedarse en pijamas

Permanecer en pijamas le dice inconscientemente al cerebro que solo se va a descansar, lo que puede perjudicar a la persona a la hora de regresar a la vida sin cuarentena y también a la hora de querer volver a meterse en un pantalón o un traje de oficina.

No posponer actividades que se pueden hacer desde la casa o en la casa

Como si no existiera la cuarentena, todos aquellos que pudieron llevarse el trabajo a la casa deben hacerlo de forma puntual. En caso de que no haya logrado movilizar su actividad productiva a su hogar entonces busque algo productivo qué hacer como limpieza, organización y reparaciones en el inmueble.

No escuchar música con un volumen alto

Es cierto que las personas encerradas necesitan distraerse y la música es un excelente distractor o acompañante del día a día. No obstante, es importante al escuchar la música que nos gusta no atormentemos a las personas que nos rodean o a los vecinos pues cada persona está intentando sobrevivir a la cuarentena sin perder la calma. Música a todo volumen puede llevar a algunos a sentirse más ansiosos, estresados o desconcentrados en el caso de los que pueden trabajar desde su casa o a aquellos que tratan de hacer otras actividades que requieren concentración como leer, meditar o hacer yoga.

No salir sin protección

Si sale de casa porque se ha presentado una situación urgente o hay que comprar comida se debe usar la protección necesaria. Los especialistas recomiendan usar un tapabocas y guantes desechables y al regresar tratar de quitarse zapatos y ropa antes de entrar al hogar. Intentar desinfectar las compras antes de ingresar.